domingo, 5 de octubre de 2008

libertad de expresion?¡¡¡

y ese es el presidente al que defienden?

ESPURIO¡¡

jueves, 2 de octubre de 2008

2 de octubre del 68



A 40 años de la matanza de Tlatelolco, los responsables murieron o se hicieron viejos, pero ninguno ha pagado ante la justicia la brutal represión ocurrida el 2 de octubre de 1968 contra estudiantes mexicanos que dejó al menos 44 muertos, según cifras oficiales.
La impunidad es la línea que une a estos 40 años en los "que no se ha logrado ni en el tiempo moderno, ni con la experiencia lamentable y la llaga abierta del movimiento del 68, terminar o disminuir a niveles más lógicos de la impunidad que vive el país" dijo a la AFP José Antonio Ibáñez, coordinador del programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana.
El 2 de octubre de 1968 a las 18h00 cientos de militares mexicanos dispararon contra los manifestantes cuando unos 8.000 integrantes del movimiento estudiantil se encontraban reunidos en la plaza de Las Tres Culturas (o Tlatelolco) en la capital mexicana.
La refriega duró hasta la medianoche dejando un número aún indeterminado de muertos entre estudiantes, vecinos, militares y policías, así como 2.360 personas detenidas.
La madrugada del 3 de octubre de 1968 un vocero de la presidencia informó que había 20 muertos y 70 heridos, pero los medios internacionales y la CIA registraron en su momento unos 300 decesos y tiempo después el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz dijo que fueron entre 30 y 40 fallecidos.
Los cinco presidentes del Partido Revolucionario Institucional (PRI, 1929-2000) que le siguieron mantuvieron un hermetismo total sobre la masacre y sólo en 1998 se formó una comisión legislativa que llamó a declarar, sin mayores repercusiones, a Luis Echeverría, ministro del interior en 1968 y después presidente de México.
"La investigación más cuidadosa es la que hizo Kate Doyle de The National Security Achive de Estados Unidos que logró documentar 44 casos" dijo, por su parte, el investigador y promotor de la defensa de los derechos humanos, Sergio Aguayo.
La fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Delitos del Pasado, creada en 2003 por el gobierno de derecha de Vicente Fox, investigó el caso.
Como resultado del trabajo de la fiscalía, el ex presidente Luis Echevería es el único que enfrenta un arresto domiciliario por su avanzada edad, pero no por los hechos del 68, sino por la llamada guerra sucia de los años 70.
Díaz Ordaz murió en 1970, mientras que Echeverría por su edad "había perdido el sentido de la realidad y hoy la perdió ya en serio", dice Jacinto Rodríguez, autor de "1968: todos los culpables", un texto que salió a la venta esta semana.
"La mayoría de los militares involucrados ya están muertos, ya murió el (entonces) secretario de la Defensa Nacional, Marcelino García y muchos otros", agrega.
La fiscalía trató de fincar a Echeverría responsabilidades por el delito de genocidio, pero fue incapaz de acreditarlo jurídicamente.
"Fox obstaculizó a la fiscalía y se comprometió con el viejo régimen para darle una amnistía de facto", aseguró Aguayó.
Esta fiscalía especial fue disuelta en 2006 y el seguimiento de los hechos de 1968 se relegó a una instancia de segundo nivel en la Procuraduría General de la República (PGR).
"El gobierno de (Felipe) Calderón no habla de eso, no creo que esté dispuesto a colaborar" y la evidencia de ese desinterés es que los archivos de la ex fiscalía están desaparecidos y la PGR niega toda información al respecto, agrega Aguayo.
Sin embargo, los mexicanos aún pueden buscar "una justicia a partir de una verdad histórica y saldar la herida con la sociedad", sostiene Rodríguez.
En términos legales los delitos han prescripto, pero no caducaron ni social ni moralmente, y por eso una comisión de la verdad sería lo más adecuado, coinciden especialistas.
Pero también están de acuerdo en que son escasas las posibilidades de que prospere durante el gobierno de Calderón, cuando el ejército está nuevamente en las calles por el combate al crimen organizado, en una guerra que sólo en 2008 ha dejado más de 3.000 muertes.

Mayo francés

Con el nombre de Mayo francés o Mayo del 68 se conocen los acontecimientos sucedidos en Francia en la primavera de 1968.
Todo se inició cuando se produjeron una serie de huelgas estudiantiles en numerosas universidades e institutos de París, seguidas de confrontaciones con la universidad y la policía. El intento de la administración de Charles de Gaulle de ahogar las huelgas mediante una mayor carga policial sólo contribuyó a encender los ánimos de los estudiantes, que protagonizaron batallas campales contra la policía en el Barrio Latino y, posteriormente, una huelga general de estudiantes y huelgas diversas secundadas por diez millones de trabajadores en todo el territorio francés (dos tercios de los trabajadores franceses). Las protestas llegaron a tal punto que De Gaulle disolvió la Asamblea Nacional y se celebraron elecciones parlamentarias anticipadas el 23 de junio de 1968.
La primera reivindicación de los estudiantes fue que se les permitiera acceder a los dormitorios de las mujeres en las universidades, acceso que no estaba permitido por las normas sociales de la época. Al principio el movimiento surgió como respuesta estudiantil a la represión policial, pero en poco tiempo los trabajadores iniciaron fuertes huelgas que paralizaron el país, en las cuales, el principal promotor fue la CGT, referente sindical del PCF. A medida que el movimiento se fue radicalizando, la CGT y el Partido Comunista Francés se fueron distanciando del movimiento.
El gobierno se encontraba, en ese punto, al borde del colapso, pero la situación revolucionaria se evaporó tan rápido como había surgido. Los trabajadores, después de haber conseguido importantes mejoras salariales, volvieron al trabajo, a petición de la Confederación General del Trabajo, sindicato izquierdista, y del Partido Comunista Francés. Cuando se celebraron las elecciones, el partido gaullista emergió más fuerte que antes.

Marco histórico
La época inmediatamente anterior a mayo del 68 se considera el boom de la posguerra; la afiliación a los sindicatos era muy baja y los sueldos estaban en alza, pero una parte de los trabajadores aun tenía sueldos ridículos a pesar de que el comercio exterior llegó a triplicarse. El 22 de marzo de 1968, ocho estudiantes (entre ellos Daniel Cohn-Bendit, conocido en todo el mundo como el Rojo) de Nanterre protestaron por el arresto de seis miembros del Comité Nacional de Vietnam. La población estudiantil había crecido espectacularmente, y los fondos destinados eran insuficientes. La masificación, la falta de medios, la imposibilidad de dar salidas laborales a todos los nuevos licenciados y la represión por parte de la policía a las protestas estudiantiles encendieron la chispa: el 22 de abril, 1.500 estudiantes acudieron a una reunión en la Universidad de Nanterre (a las afueras de París), que provocó que los 8 implicados en la protesta fueran arrestados. Gran parte de estas actividades giraban en torno a los grupos relacionados a la revista Noir & Rouge (NR), de orientación anarquista heterodoxa.
Algunas partes del PCF (Partido Comunista Francés) criticó a los rebeldes de Nanterre con artículos periodísticos en los que tachaba a los estudiantes de “hijos de la gran burguesía".
La situación en el sector industrial no era mucho mejor; las huelgas y los despidos en las fábricas eran casi diarios y la situación laboral de un gran número de trabajadores se podía considerar precaria.
Muchos de los manifestantes asumieron causas de izquierdas, como el comunismo, el rechazo a la guerra de Vietnam, el anarquismo o el situacionismo. Muchos vieron los hechos como una oportunidad de cambiar la "vieja sociedad" en muchos de sus aspectos, como los métodos educativos y la libertad sexual. Una minoría de manifestantes, como el grupo Occident, apoyaba causas de extrema derecha.
Una parte importante del movimiento criticaba la sociedad occidental en sus fundamentos, en sus estructuras básicas (ver crítica social). Si bien el marxismo revolucionario era la ideología de moda, el pensamiento que guió principalmente el movimiento, el situacionismo, estuvo más cerca del anarquismo, que pretendía transformar la sociedad, eliminando toda forma de autoritarismo, desde los exámenes universitarios hasta la presidencia de la República.



Cronología
Viernes 3: un grupo de estudiantes se reunió en la plaza de la Sorbona, donde estaban a punto de celebrarse las comparecencias de Cohn-Bendit y sus compañeros. Empezó a unirse gente, y a las 4 de la tarde la Sorbona estaba rodeada por la policía, que detuvo, en contra de lo que había prometido, a varios estudiantes, lo que provocó que aún más personas se unieran a la protesta y se originaran numerosas manifestaciones espontáneas.
La Unión Nacional de Estudiantes (UNEF) y el Sindicato de Profesores (SNESUP) convocaron una huelga que pedía la reapertura de la Sorbona, la retirada de la policía y la liberación de los detenidos. Las peticiones no fueron concedidas por el gobierno.
Lunes 6 (lunes sangriento): los "Ocho de Nanterre" acudieron a su comparecencia ante el Comité de Disciplina de la Universidad cantando La Internacional, y a la salida fueron salvajemente atacados por la policía cuando se manifestaban por las calles de París. Formaron barricadas con coches volcados y lanzaron piedras arrancadas del pavimento. Las cifras oficiales hablaban de 422 arrestos y 345 policías heridos.
Martes 7: los acontecimientos del día anterior dieron lugar a una multitudinaria manifestación, y, evitando a la policía colgaron banderas rojinegras del Arco del Triunfo mientras la Internacional se escuchaba por las calles. El Barrio Latino se encuentra en estado de sitio y la opinión publica ya estaba cambiando, sorprendida por la brutalidad de la represión policial, y grandes secciones de la clase trabajadora se empezaron a inspirar en la revuelta estudiantil para luchar contra el estado por sus propios derechos.
Miércoles 8: los líderes del Partido Comunista vieron el tamaño del movimiento y decidieron cambiar su postura y hacerse con el control de la insurrección, ya que el ejemplo de los estudiantes empezaba a seguirse en los lugares de trabajo.
Viernes 10: la policía toma la Universidad de Nanterre, y 30.000 estudiantes, marcharon hacia la Sorbona, pero las calles aledañas estaban tomadas por la policía armada para el conflicto. Volvieron a levantarse barricadas, y la gente de las casas cercanas colaboraba con los manifestantes proporcionándoles asistencia de primeros auxilios o uniéndose a la revuelta. El gobierno cedió en dos de las tres demandas de los manifestantes, pero no aceptó liberar a los detenidos. El comportamiento de la policía volvió a ser brutal, y las cifras oficiales ascendieron a 367 personas heridas y 460 arrestadas, aunque en las calles se hablaba de un millar de heridos, quinientos detenidos y doscientos vehículos incendiados.
Sábado 11: carros blindados se desplazaron a las calles afectadas por el enfrentamiento para limpiar las barricadas mientras eran increpados e insultados por el pueblo. Algunos de los que limpiaron las calles, tuvieron gestos de solidaridad con el movimiento. A causa de los acontecimientos del día anterior, se convoca una huelga general para el lunes siguiente.
Lunes 13: los estudiantes fueron finalmente liberados, pero la chispa ya estaba encendida; coincidiendo con la huelga general, los sindicatos organizaron una marcha por Paris que movilizó a 200.000 personas (según cifras conservadoras). La policía desaparece de las calles, y el gobierno es señalado como enemigo del pueblo. Tras la marcha un grupo de estudiantes deciden ocupar la Sorbona. Durante la noche colgaron más banderas rojinegras de la Sorbona, al tiempo que decoraron los pilares que rodean la plaza con posters de Marx, Lenin y Mao y pintadas de las figuras de Trotski, Fidel Castro y el Che Guevara junto a los eslóganes de “todo es posible” y


prohibido prohibir”. Se dice que nueve millones de trabajadores hicieron huelga este día.
Martes 14: se eligió un Comité de Ocupación de 15 personas, y su mandato se limitó a 24 horas. El teatro de la universidad presenció debates políticos día y noche para erradicar la distinción entre los trabajadores y los patrones. Se ocupó también la Escuela de Bellas Artes, donde se celebraron reuniones cada mañana para decidir los temas de actuación y se diseñaban posters de protesta, que irónicamente se convirtieron en objetos de coleccionistas ricos, a pesar de que en la mayoría se leían frases como: "No descansaremos hasta que el último burgués cuelgue de la rama más alta". Los trabajadores de Sud Aviation, cerca de Nantes, ocuparon su fábrica, y las plantas de Renault en Cleon, Flins, Le Mans y Boulogne Billancourt fueron a la huelga. Los sindicatos no controlaban algunas acciones emprendidas por los trabajadores, como encerrarse en fábricas, o declarar huelgas indefinidas. Los líderes de la CGT habían sido cogidos por sorpresa e intentaron desesperadamente no perder su influencia.
Miércoles 15: 15.200 obreros de la fábrica de Renault se encierran toda la noche secuestrando a los directores.
Jueves 16: miles de estudiantes marchan a Boulogne Billancourt, donde 35.000 trabajadores están en huelga. El paro en París, Lyón y la Normandía industrial es total.
Viernes 17: los controladores aéreos de Orly y la televisión francesa (ORTF) se unen a la huelga general convocada para el día 21.
Sábado 18: el sector del carbón, el transporte público de París, los Ferrocarriles Nacionales, los astilleros y el gas y la electricidad se unen a la huelga, pero los suministros domésticos y de emergencia se mantienen.
Domingo 19: la retirada de dinero de los bancos se limita a 500 francos ante la posibilidad de que los banqueros se unieran también a la huelga.
Lunes 20: los ferrys del Canal de la Mancha interrumpen su funcionamiento por falta de suministro de gasolina. La industria textil y los grandes comercios de París se unen a la huelga general del día siguiente. La plantilla de ORTF hacía las siguientes reivindicaciones: semana de 40 h, edad de jubilación más baja, derogación de las leyes anti-huelga de 1963, salario mínimo de 1000 francos por semana y la retirada de la influencia del gobierno en la televisión.
Miércoles 22: los profesores se declaran también en huelga, aunque muchos siguieron asistiendo a las escuelas para mantener el contacto con los estudiantes. Los trabajadores del gas y la electricidad también se unieron a la huelga manteniendo el suministro casi por completo; los alimentos llegaban a Paris como antes de la huelga, y los telegramas urgentes se entregaban pese a la huelga de trabajadores de correos. En algunas fábricas, se alteró la producción para adaptarla a las necesidades de la protesta, y los periodistas se negaron a dejar el monopolio de la información en la televisión y la radio.
Viernes 24: los agricultores de Nantes bloquearon las carreteras de acceso a la ciudad, y los obreros de los transportes controlaban todo el tráfico que llegaba, así como el combustible y los precios de los alimentos. Las tiendas tenían carteles que decían: “esta tienda está autorizada a abrir. Sus precios están bajo supervisión permanente del Comité”. Esta situación en Nantes duró una semana, y se llamó “la ciudad de los trabajadores”.
Este mismo día apareció De Gaulle en televisión, temiendo por la supervivencia de su gobierno, pidiendo “una participación mayor de todos en lo que nos concierne” al tiempo que 30.000 personas marchaban hacia el palacio de la Bastilla, que estaba fuertemente protegido por la policía al igual que todos los ministerios. Pero la Bolsa quedó desprotegida, y un gran número de manifestantes la asaltaron e incendiaron. Algunos grupos de izquierda perdieron los nervios, y otros les frenaron, impidiendo la toma del ministerio de finanzas. Unas declaraciones desafortunadas del líder estudiantil Daniel Cohn-Bendit le obligaron a exiliarse a Alemania.
Lunes 27: el gobierno garantiza un incremento del 35% en el salario mínimo industrial y del 12% de media para todos los trabajadores. De Gaulle se asegura de que tiene el apoyo del ejército antes de la marcha de 500.000 trabajadores pidiendo un “gobierno del pueblo”, pero pidiendo ya un gobierno.
Jueves 30: De Gaulle reaparece en televisión abandonando la idea del referéndum y convocando elecciones en 40 días. Prometió también medidas más suaves si “todo el pueblo francés se implica para que la existencia normal no se rompa por aquellos elementos (comunistas y anarquistas) que intentan evitar que los estudiantes estudien y los trabajadores trabajen”.
Miércoles 5: la mayoría de las huelgas han terminado, y se extiende un aire de derrotismo y desmoralización porque el capitalismo ha barrido Francia. Los que siguen protestando son aplastados en operaciones de estilo militar.
Finales de junio: todas las manifestaciones callejeras fueron prohibidas, y el PCF (partido comunista francés) dejó de apoyar las protestas. A finales de mes se retomaron los institutos y se quitaron las banderas rojinegras de la Sorbona. En las elecciones, De Gaulle ganó con el 60% de los votos.

Causas del fracaso del movimiento

Existen desacuerdos sobre la neutralidad en el punto de vista de la versión actual de este artículo.En la página de discusión puedes consultar el debate al respecto.
No hubo coordinación de ideas y tácticas en la etapa crucial del proceso. El PCF (partido comunista francés) creía que su poder se incrementaría en las elecciones, y no quería más revuelta, así que los sindicatos ayudaron a pacificar a los trabajadores. Los sucesos ocurrieron muy rápido, y la clase trabajadora se animó por la alegría y la valentía de los estudiantes, pero la situación requería más coordinación y organización, ya que se dejaron demasiadas cosas a la casualidad contra un gobierno muy bien estructurado que no dudó en defenderse con todo lo que tenía a su alcance. La ocupación de los ministerios hubiera significado que se podía llegar a algo más que acuerdos económicos con los patrones, pero no fue así.

Consecuencias de mayo del 68
Mayo del 68 dejó unas consecuencias ambiguas. Los partidos comunistas occidentales acentuaron su distanciamiento de Moscú y de la lucha revolucionaria, sobre todo los de Italia y España, dando lugar al eurocomunismo y aceptando el marco democrático y la revolución científico-técnica. Se creó una “nueva izquierda”, mucho más crítica con los modelos económicos y políticos del capitalismo occidental e incluso del socialismo de la Europa del este. A pesar de ello, algunos sectores sociales comprometidos en los movimientos de mayo del 68 mostraron sus recelos respecto a los partidos comunistas occidentales por la tibia actuación que habían tenido.
Los grupos izquierdistas más extremistas calificaron de traición esta actuación, y formaron numerosas organizaciones y partidos políticos al margen de los tradicionales (Ligue Communiste, Lutte Ouvriére, Alliance des Jeunes pour le Socialisme, Internationale Situationniste…). Se fundó también el periódico “Libération” bajo la dirección de Sartre, que recogía el espíritu del movimiento estudiantil. La frustración de las esperanzas llevó a algunos, influidos por la mitificación de las luchas guerrilleras del tercer mundo, a una guerrilla urbana que desembocó en varios países en la formación de grupos terroristas como las Brigadas Rojas en Italia o el RAF (fracción del ejército rojo) en la RFA.
Mayo del 68 supuso un cambio en las formas organizativas, ya que se estructuró en función a las acciones, rompiendo con las jerarquías que reinaban también en los movimientos de izquierdas. A partir de ese momento, las asambleas se convirtieron en el motor de estas organizaciones, y los delegados, en portavoces de las decisiones mayoritarias.
Fue también una crítica al sindicalismo de la época, al que consideraban como una pieza más del sistema capitalista, ya que no atendió convenientemente las necesidades de los obreros. Se hizo posible una renovación tanto de formas como de ideas que perduraban desde hacía largo tiempo.
Antes de mayo del 68, la palabra “revolución” parecía ser algo enterrado en la historia, nada hacía pensar que en un país desarrollado y en un momento de bonanza económica como Francia pudieran darse hechos como los de aquel mes. Mayo del 68 inauguró la era del poder estudiantil donde la juventud apareció como un factor social y político de importancia (sin embargo existen antecedentes importante de movilizaciones estudiantiles como por ejemplo la Reforma Universitaria de 1918 en Argentina), no estaban en aquel momento respondiendo a una situación de autoritarismo, de desigualdades sociales extremas, etc.
La rebelión francesa sorprendió a sus contemporáneos no sólo por ser llevada a cabo porque se produjo en un mundo que llevaba dos décadas de crecimiento sostenido, de democratización, y en general de un bienestar como occidente no ha conocido en otro momento de este siglo.
Europa entera estuvo pendiente de cuanto acaecía en Francia aquellos días, y muchos grupos de izquierda se inspiraron en las ideas francesas y vieron en ellas una posibilidad de llevar a cabo sus propias reivindicaciones. Se ha convertido en un símbolo, en un ejemplo y en una lección de lo que se puede lograr, de cómo hacer las cosas y de cómo no hacerlas y en un icono de la utopia.
A partir del mayo del 68, se produce una transformación en el mundo entero, como por ejemplo: los movimientos de izquierda. Antes de este acontecimiento los partidos eran hegemonizados por el partido comunista presovietico, que a su vez era reformista; era una izquierda dogmática y dominante. Se tenía una concepción de que solo la clase obrera era socialista, es decir, que cualquier otro tipo de trabajo, como el campesinado, no era involucrado.
Después de mayo del 68, los movimientos indígenas, feministas, ecologistas, estudiantil, homosexual etc. florecen (eso no quiere decir que no existieran) sino a través del mayo francés, estos son reconocidos en el mundo entero. Emergiendo la demanda de identidad y el reclamo a una libre expresión.
En cuanto ala izquierda se produce una transformación, una izquierda más plural, rompiendo con una izquierda radical que solo creía y dependía en un solo líder, corriendo el riesgo de se corrompido o en el peor de los casos asesinado.
Luego vino el endurecimiento de la guerra fría, las crisis económicas y del petróleo, y los soñadores de los sesenta debieron orientarse a la lucha contra el hambre, la conservación de la ecología, el freno de la carrera armamentística… El mismo Cohn-Bendit es hoy un político "verde" en Alemania, pero otros muchos que fueron rebeldes en los sesenta son hoy parte del sistema que algún día criticaron.