martes, 30 de septiembre de 2008

ATAQUE DE RISA


Un ataque de risa puede traer como consecuencia la muerte. A diferencia de lo que sucede en otros idiomas (ing. fatal hilarity), en el español no existe un término específico para referirse al fenómeno.
En la historia

En el siglo III a. C. el filósofo griego Crisipo murió de risa después de darle de beber vino a su burro, y ver como el animal intentaba alimentarse con unos higos.[1]
Según algunas fuentes el rey de
Birmania Nandabayin, en 1599 «se rió hasta morir cuando un mercader italiano que estaba de visita en Birmania, le explicó que Venecia era un estado libre que no tenía rey».
Se dice que en
1660, el aristócrata escocés Thomas Urquhart, primer traductor de Rabelais al inglés, murió de risa al enterarse que Carlos II de Inglaterra había ascendido al trono.
En
1782, la señorita Fitzherbert sufrió un ataque de risa mientras presenciaba la obra The Beggar's Opera. Cuando Charles Bannister apareció en escena como Peachum, ella tuvo un ataque de risa incontrolable tan fuerte que la tuvieron que sacar del teatro. Continuó riéndose en forma continua durante toda la noche y falleció al día siguiente por la mañana.
El fenómeno también está registrado en el libro titulado Crazy History donde un
adivinador celta había predicho la hora de su muerte. Al igual que en el caso de Calcante, al llegar la hora anunciada y comprobar el adivinador todavía continuaba vivo, se comenzó a reír en forma histérica, eventualmente muriendo de un ataque cardíaco o por asfixia.

En tiempos modernos

El 24 de marzo de 1975 Alex Mitchell, un albañil de 50 años de edad de King's Lynn, Inglaterra, literalmente se murió de risa mientra miraba un episodio de la serie The Goodies. Después de veinticinco minutos de risa continuada, Mitchell finalmente colapsó en el sofá y murió como consecuencia de un ataque cardíaco. Su viuda le envió después una carta a los Goodies agradeciéndoles por haber hecho que los últimos momentos de vida de Mitchell hubieran sido tan agradables

En 1989, el otorrinolaringólogo danés Ole Bentzen murió viendo A Fish Called Wanda. Su corazón, se estima, alcanzó un ritmo de 250 a 500 latidos por minuto, antes de que sufriera un ataque cardíaco

En el 2003 Damnoen Saen-um, un vendedor de helados tailandés, se murió de risa mientras dormía a la edad de 52 años. Su esposa lo intentó despertar pero no tuvo éxito, y finalmente tras dos minutos de risa continua expiró. Se cree que murió a consecuencia de un ataque cardíaco o por asfixia

ATAQUES DE PANICO


El enfermo que sufre episodios de pánico se siente súbitamente aterrorizado sin una razón evidente para él mismo o para los demás. Durante el ataque de pánico se producen síntomas físicos muy intensos como taquicardia, dificultad para respirar, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso.
Durante un ataque de pánico o crisis de angustia se presenta al individuo una súbita aparición de un nivel elevado de ansiedad y excitación fisiológica sin causa aparente. La aparición de estos episodios de miedo intenso es generalmente abrupta y suele no tener un claro desencadenante. Los ataques de pánico se manifiestan como episodios que irrumpen abrupta e inesperadamente sin causa aparente y se acompañan de síntomas asociados al miedo como hipertensión arterial, taquicardia, dificultad respiratoria, mareos e inestabilidad, sudoración, vómitos o naúseas...(síntomas coherentes con la emoción de miedo que los provoca). Generalmente, acompaña a la crisis una extrañeza del yo junto a una percepción de irrealidad y de no reconocimiento del entorno.
Los ataques de pánico no duran mucho, pero son tan intensos que parecen durar una eternidad para el afectado. A menudo el individuo siente que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de un lugar o de una situación temida (aspecto coherente con la emoción que el sujeto está sintiendo). El hecho de no poder escapar físicamente de la situación de miedo extremo en que se encuentra el afectado acentúa los síntomas de pánico sobremanera.
Experimentar un ataque de pánico es una terrible, incómoda e intensa experiencia que suele relacionarse con que la persona restrinja su conducta, lo que puede conducir, en casos, a adoptar conductas limitativas para evitar la repetición de las crisis. El trastorno puede desembocar en
agorafobia por miedo a presentar nuevas crisis si se presenta una fuerte conducta evitativa en el afectado.
A veces el fenómeno de crísis se reproduce durante el sueño.
La edad de inicio de este tipo de trastorno (entre 18 y 25 años la mayoría de los casos (DSM y CIE) puede hacer pensar en que el problema esté relacionado con la desvinculación y la autonomía personal. Al parecer, el ataque de pánico se desencadena, bien por factores externos - como afrontar una situación que produzca intranquilidad al sujeto- o bien por factores internos que posiblemente tienen que ver con significados internos que pertenecen a la vida de la persona que los sufre.


Definición [editar]
Según el Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU. (
NIMH) los ataques de pánico son sensaciones repentinas de terror sin motivo aparente que aparecen dentro del denominado trastorno de pánico (uno de los trastornos de la ansiedad). En estos ataques pueden presentarse síntomas físicos, tales como:
Taquicardia
Dolor en el pecho
Dificultad para respirar
Mareos
Por otro lado, la cuarta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la American Psychiatric Association (
DSM IV) contempla dentro de los Criterios Diagnósticos de los Trastornos Mentales varios aspectos para diagnósticar la crisis de angustia (ataque de pánico ). Concretamente, define el ataque de pánico como una aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 min:
1. palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
2. sudoración

Frente al miedo.
3. temblores o sacudidas
4. sensación de ahogo o falta de aliento
5. sensación de atragantarse
6. opresión o malestar torácico
7. náuseas o molestias abdominales
8. inestabilidad, mareo o desmayo
9. desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
10. miedo a perder el control o volverse loco
11. miedo a morir
12. parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo) y
13. escalofríos o sofocaciones
No obstante,
DSM IV no contempla el ataque de pánico como una enfermedad codificada ni diagnosticabl




Ted Bundy



Theodore Robert Cowell, más conocido como Ted Bundy, (n. Burlington, Vermont, 24 de noviembre de 1946 - m. Florida, 24 de enero de 1989) fue un asesino en serie estadounidense, autor de aproximadamente 100 asesinatos que sentenciaron su ejecución en la silla eléctrica. Es conocido por sus sanguinarios crímenes y su alarmante cantidad de delitos.
Infancia
Su madre fue Louise Cowell y su padre un veterano de la
fuerza aérea cuya identidad Bundy desconoció toda la vida. Tras su nacimiento, Louise fue a vivir con sus padres. Además, se le hizo creer al niño que sus abuelos eran sus padres y que su madre biológica era su hermana mayor. Esta decisión se tomó con el objetivo de proteger a la joven mujer de las críticas de la sociedad en contra de las madres solteras. Sin embargo esto resultaría negativo para Bundy, ya que en algún momento debía enterarse del engaño. A la edad de 4 años Bundy y su madre se mudaron a Tacoma, Washington, a vivir con otros parientes. En ese lugar la madre se enamoró de un cocinero del ejército llamado Johnnie Culpepper Bundy, con el cual se casó en mayo de 1951. De ese modo Ted asumió el apellido Bundy que conservaría toda la vida. El matrimonio fructificó con 4 hermanos más para Bundy y a pesar de que Johnnie trató de formar un lazo afectivo de padre a hijo con Ted incluyéndolo en todas las actividades familiares, este no pudo solidificarse nunca.

Universidad y primeros delitos


Estudió en la Universidad de Washington y en Puget Sound, además fue aplicado en sus estudios y calificaciones. En el plano laboral, tomó empleos de bajo nivel, pero no perduró mucho en ellos. Sus empleadores lo recuerdan como alguien poco confiable. Cosa que es usual de los asesinos seriales; el mantener escaso control y disciplina en su trabajo. Luego, en la primavera de 1967, entabló una relación amorosa con Leslie, una joven hermosa, inteligente y de buena familia, proveniente de San Francisco. La muchacha fue el sueño hecho realidad que Bundy imaginó toda su vida. Sin embargo, aunque Bundy la amaba, este amor no fue correspondido. En 1969, año que consigue graduarse de Psicología, la muchacha decidió terminar la relación con Bundy, ya que vio enormes huecos en su personalidad, principalmente la falta de dirección y objetivos claros en su vida. Ted nunca se recuperó de la ruptura, aquella muchacha se convirtió en toda una obsesión. Intentó seguir en contacto con ella escribiéndole cartas, aunque ella no cambió de decisión.
Por la ruptura anterior, Bundy dejó los estudios, pero de alguna manera rehizo sus asuntos y se re inscribió en la universidad de Washington esta vez en la carrera de
Derecho. En dicha materia era brillante y querido por sus profesores. En esta época inició un romance con Meg Anders, que duró aproximadamente 5 años. Ella venía de un reciente divorcio y tenía una pequeña hija, por lo tanto vio a Ted como una excelente oportunidad. A pesar de que sabia que él no la amaba tanto y de que ante la idea del matrimonio él demostró su desaprobación -pues creía que le faltaban muchas cosas por lograr antes de casarse- y, aparte de todo, que sospechaba que mantenía relaciones con otras mujeres, guardaba la esperanza de que cambiara para bien y que finalmente sentara cabeza al lado de ella y su hija. Meg Anders desconocía de la pasada relación de Bundy con la californiana y que aún mantenían comunicación entre ellos. Desde 1969 hasta 1972 todo fue en la dirección deseada, Bundy envió solicitudes de admisión a varias escuelas de derecho y estuvo involucrado en actividades comunitarias. Incluso obtuvo una condecoración de la policía de Seattle por salvar a un pequeño de 3 años de morir ahogado. Estuvo involucrado con figuras importantes del Partido Republicano, pero fue en un viaje de trabajo a California en 1973, que se reencontró con su antigua novia. Al verlo, quedó impresionada por el enorme cambio que experimentó Bundy, y el tema del matrimonio salió a flote en varios de los encuentros amorosos que ambos sostuvieron en el verano e invierno. Ante estos cortejos la chica cayó de nuevo enamorada de Ted Bundy, pero repentinamente éste terminó la relación. Para febrero de 1974 se consumó la venganza, no devolviéndole ninguna llamada más a la muchacha. De hecho ella jamás volvió a saber nada de Bundy. Luego comenzó la serie de asesinatos; la mayoría de las víctimas de Bundy serían en lo sucesivo mujeres atractivas, blancas, de cabello negro lacio y peinado por la mitad.
Anteriormente a todos los asesinatos, produjo un número de pequeños
hurtos en casas y comercios, siempre estimulado por una cantidad de alcohol.
La aparición de sus primeros rasgos
psicopáticos se produce en su juventud. Una vez recluido confesó que espiaba a las chicas cambiarse de ropa, es decir, verlas desnudas, poco después comenzó a interesarse en la pornografía, leer revistas, pero más tarde a leer textos en los que la violencia ahoga al hecho sexual. Esto alimentó sus fantasías, por eso, el 4 de enero de 1974, Bundy entró al cuarto de Joni Lenz, de 18 años y estudiante de universidad. La golpeó con una palanca metálica, inclusive removió una pieza de la cama de la víctima y la agredió sexualmente con la misma. Al día siguiente, la mujer fue encontrada en un charco de su propia sangre. Sobrevivió pero con daño cerebral permanente. La siguiente fue Lynda Ann Healy, de 21 años, estudiante de psicología en la Universidad de Washington. El 31 de enero de 1974, Bundy logró colarse a su dormitorio y la golpeó dejándola inconsciente. La vistió para luego envolverla en una sábana. Sus restos decapitados fueron hallados un año después en las montañas cercanas. La noche de su desaparición, sus vecinos de cuarto nada pudieron escuchar, así que nadie notó la ausencia de la muchacha hasta el día siguiente, cuando sonó el despertador y el teléfono. Finalmente los padres se preocuparon ante la ausencia de Lynda, pero la policía no fue capaz de establecer que algún crimen grave hubiera sido cometido, así que no se tomaron mayores muestras ni estudios del escenario del crimen.

Continúan los asesinatos


Durante la primavera y verano de 1974, bajo similares circunstancias, siguieron desapareciendo jovencitas universitarias. Todas ellas eran mujeres atractivas, de cabello a los hombros, lacio y de color oscuro. Igualmente, su desaparición fue descubierta por las mañanas, cuando se ausentaban de sus labores cotidianas. Al menos 8 víctimas se contabilizaron hasta que Bundy atacó a plena luz del día. Mientras tanto la policía comenzó la investigación; los testimonios apuntaban hacia un hombre a quien se identificaba por "Ted", que solicitaba la ayuda de jovencitas que veía pasar. Se le veía en apuros cargando libros, pues traía un brazo enyesado o con un cabestrillo. Otras veces también se le vio en problemas para echar a andar su volkswagen. En otras ocasiones fue visto merodear el sitio donde habían desaparecido dos muchachas, así que la policía ya tenía varias pistas de quien podría ser el responsable de los crímenes.
En
agosto de 1974, en el parque del Lago Sammamish, fueron hallados los restos de dos muchachas desaparecidas en julio pasado. Fue notable el hecho de que fueran identificadas las víctimas, por la escasez de pistas; mechones de cabello de diferentes colores, una quijada, dos cráneos y cinco huesos de pierna, fue todo lo rescatado del parque. Se concluyó que dichos restos pertenecieron a Janice Ott y Denise Naslund, ambas desaparecidas a plena luz del día el 14 de julio. Los últimos en ver con vida a Janice Ott, fueron dos personas, que vieron a un hombre dialogar con la muchacha. Escucharon que el sujeto necesitaba ayuda para cargar su bote al coche pues tenía un brazo enyesado, a lo cual la mujer accedió sin ningún problema. Denise Naslund pasaba el día con su novio y amistades, cuando fue al baño del parque. Igualmente se apareció un hombre solicitando ayuda a un par de mujeres para cargar su bote al auto, pero éstas dijeron que no podían ayudarlo. Caso contrario a Naslund que no pudo negarse a ayudar a un hombre con un brazo enyesado.
Bundy contaba con una ventaja sobre la
policía, pues su aspecto podía cambiar enormemente con sólo ajustar el estilo de peinado y por dejarse crecer o rasurarse la barba. Sus rasgos físicos lo hacían un hombre bien parecido, pero que no llamaba demasiado la atención, por lo que era muy difícil seguirle la pista. Así fue que cambió de residencia para seguir con los asesinatos y se fue al estado de Utah. En ese lugar asesinó a la hija del sheriff local, Melissa Smith el 18 de octubre de 1974. Días después siguió con Laura Aimee, cuyo cuerpo fue localizado en los montes Wasatch. El cuerpo mostraba huellas de haber sido golpeado en la cabeza, con la clásica cuña de metal, había sido violado y sodomizado. La policía estableció que había sido asesinada en otra parte, puesto que no había señales de sangre de la víctima en lugar del hallazgo. La policía del estado comenzó una frenética búsqueda del asesino, pero la similitud en el modus operandi los hizo contactar a los oficiales de Washington, con quienes conjuntamente acumularon evidencias hasta publicar un croquis con la probable apariencia del asesino.

Primera captura


Gracias al retrato hablado del asesino, una amiga cercana de Meg Anders identificó al probable asesino como Ted Bundy, de quien tenía muy mala impresión. Ya que el parecido era innegable, se lo hizo saber a su amiga, que irónicamente estaba al tanto de los crímenes y escribía regularmente reportes acerca del asunto. De hecho Anders llegó a convencerse de que su novio podía ser el asesino, pues muchas claves apuntaban directamente hacia él. El parecido de Ted con el croquis de la policía, el hecho de que conducía un Volkswagen sedan, como el asesino. Además vio muletas en su departamento, a pesar de que él no se había lesionado. Dada la situación, llamó de manera anónima a la policía sugiriendo que su actual novio podía tener algo que ver en las muertes. A pesar de que facilitó fotos recientes de Bundy a la policía, los testigos fallaron al tratar de hacer la correspondiente identificación. La policía desechó esa pista para enfocarse en otros reportes. La atención hacia Ted Bundy se disipó hasta algunos años después. Mientras tanto el asesino se confió en la estrategia de pasarse de un estado a otro, para evitar que la policía descubriera alguno de sus patrones. Así, sus intentos y avances fueron cada vez más burdos y arriesgados, al grado de que las víctimas ya no caían tan fácil, algunas convirtiéndose en útiles testigos, que más tarde hicieron posible la captura de Bundy.
Las pruebas contra Bundy eran ya inobjetables; se le detuvo debido a que los oficiales de camino, en cada condado son conocedores de todos los vecinos y ponen mucha atención en los coches que no conocen. Como existía el antecedente de un
Volkswagen sedan implicado en un secuestro, fue cuestión de poco tiempo para que se le detuviera. En las primeras inspecciones fueron halladas la palanca de metal (arma predilecta de Bundy), esposas, cinta y otros objetos que hicieron sospechar inmediatamente del detenido. La evidencia hallada fue ligada paulatinamente a la desaparición de otras mujeres (Melissa Smith, Laura Aime y Debby Kent) y gracias a la colaboración de la directora del teatro de la escuela que merodeaba Bundy y de Carol DaRonch, la identificación de Bundy fue corroborada policialmente. La policía supo que tenía en su poder al sujeto indicado y comenzó la investigación a gran escala del hombre identificado como Theodore Robert Bundy.

Primer juicio
El
23 de febrero de 1976 comenzó el juicio contra Ted Bundy por secuestro agravado. El acusado llegó a la sala confiado y dueño de sí mismo, pensando que no había suficiente evidencia en contra suya. No previó el impacto que tuvo la declaración de Carol DaRonch, a quien el fiscal pidió identificar al hombre que la atacó. Sin dudarlo, señaló directamente a Bundy, a la vez que estalló en llanto. En su defensa dijo que ni siquiera conocía a la chica, pero tampoco tuvo alguna coartada del día de los hechos. Al juez le tomó el fin de semana revisar a fondo el caso, y el acusado fue sentenciado el 30 de junio a una cadena de 15 años, con posibilidad de libertad condicional. En la prisión se le efectuaron las pruebas psicológicas que el juez había ordenado. Los doctores determinaron que Bundy no estaba psicótico, sexualmente desviado, ni dependiente de drogas y alcohol o que sufriera de algún daño cerebral. Estando preso en Utah, se prepararon más procesos contra Bundy.
Las pruebas periciales al
Volkswagen sedan de Bundy habían tomado un poco de tiempo, pero las muestras de cabello tomadas coincidieron con las de Melissa Smith y de Caryn Campbell. Exámenes posteriores revelaron que las marcas de las lesiones craneales podían haber sido causadas por la palanca hallada un año antes, en el vehículo de Bundy. Entonces la policía de Colorado levantó el cargo de asesinato el 22 de octubre de 1976. En abril de 1977 Bundy es trasladado a la cárcel del condado Garfield para encarar este nuevo proceso. Durante los preparativos del juicio, Bundy decidió defenderse a sí mismo ante la supuesta incapacidad de sus abogados, a quienes despidió. Con tanto trabajo ante sí, se le permitió visitar la biblioteca de la corte de Aspen. Nadie imaginó que la verdadera estrategia fue intentar escapar.

Últimos crímenes


El 14 de enero, el edificio de la fraternidad Chi Omega estuvo semivacío, pues la mayoría de las ocupantes estuvieron de fiesta o en salones de baile aprovechando que esa noche no hubo toque de queda. A las 3 a.m. el novio de Nita Neary la dejó a la puerta de la fraternidad y la chica notó que la puerta esta abierta. Tan pronto entró al edificio escuchó actividad y pasos de alguien corriendo en el piso de arriba, inmediatamente el sonido se acercó a las escaleras. Alcanzó a esconderse y observó bajar y salir del edificio a un hombre que llevaba una gorra tejida color azul, y en el brazo lo que parecía una carpeta envuelta en un trapo. Pensó que alguien había asaltado la fraternidad, así que buscó a su compañera de habitación Nancy y sin saber qué hacer, fueron en busca de la encargada del edificio. No tardaron en toparse otra compañera llamada Karen, quien se tambaleaba por el pasillo, herida y con la cabeza cubierta de sangre. Pronto descubrieron otra muchacha mas, gravemente herida. Aquella noche Bundy efectuó uno de sus ataques más terribles, por la saña y número de víctimas; la policía encontró el cadáver de Lisa Levy a quien golpeó en la cabeza, violó y que casi de una mordida le desprendió un pezón del pecho. Además insertó en su vagina una lata de spray para el cabello. Luego, este ataque a Lisa Levy resultó de crucial importancia en el destino de Bundy.
Margaret Bowman falleció por
estrangulamiento, igualmente atacada mientras dormía. Los análisis forenses indicaron que no fue atacada sexualmente como Lisa Levy. Sin embargo, los golpes a su cabeza fueron tan brutales, que parte de la masa encefálica estaba expuesta cuando fue hallado el cuerpo. Las demás víctimas no pudieron aportar ningún dato sobre el atacante, únicamente la señorita Neary fue capaz de proporcionar los mayores datos. Bundy no había terminado aún su noche, no lejos de la fraternidad atacó a una chica más, afortunadamente los vecinos se percataron y telefonearon al departamento de la mujer; logrando salvar la vida de la chica, que inmediatamente fue asistida por la policía. La encontraron sentada en su cama, semiinconsciente tras la paliza recibida. A pesar de que la policía pudo recabar bastante evidencia de este último ataque, como fueron cabellos de una máscara que Bundy soltó en el lugar, semen y muestras de sangre, la realidad era que el criminal les era desconocido. En el estado de Florida no se sabía nada de Ted Bundy.
La última víctima de Ted Bundy fue la adolescente Kimberly Leach, que fue secuestrada el
9 de febrero de 1978 en Lake City. El único testigo del acontecimiento fue una amiga suya de nombre Priscila, quien la vio subirse a la camioneta de un hombre, pero no pudo aportar mayores datos del vehículo. El cuerpo de la niña fue hallado 8 semanas más tarde en Florida, dado el avanzado estado de descomposición del mismo, no dio ninguna pista significativa sobre el atacante.
Días antes del secuestro de Kimberly Leach, un extraño en una camioneta color blanco se acercó a una estudiante de 14 años. La chica estaba en el camino, en espera de su hermano que había quedado de pasar por ella. Ella, advertida por su padre, un oficial
detective, de que no debía hablar con extraños se sintió incomoda ante las preguntas y avances de Bundy. Afortunadamente el hermano llegó y ordenó a su hermana abordar el carro. Extrañado por el sujeto, el joven apuntó las placas del vehículo y se las mostró a su padre. Una vez escuchada la historia del hombre y la camioneta blanca, el detective James Parmenter, del departamento de policía de Jacksonville decidió investigar. Las placas correspondían a un hombre llamado Randall Ragen, a quien Parmenter decidió visitar. El señor Ragen relató que tales placas habían sido robadas de su vehículo y que ya había tramitado unas nuevas. Posteriormente el detective se enteró de que la camioneta que le comentan sus hijos haber visto era robada. Entonces hizo que sus hijos vieran unas cuantas fotografías en la estación de policía. Para su sorpresa, el sujeto que identificaron era Ted Bundy.

Juicio por los crímenes de la fraternidad


El primer juicio por asesinato que enfrentó Theodore Robert Bundy, comenzó el 25 de junio de 1979 en Miami, Florida. En este caso la corte se centró en los crímenes contra la fraternidad Chi Omega y fue este juicio el que selló el destino de Bundy. Estos eran los juicios de la década, provocando una marejada de publicidad y expectación en toda la unión americana, pues Bundy era visto como la real encarnación del mal.
A pesar de tener al mundo entero en su contra y con todo el peso de la evidencia sobre sus hombros, Bundy actuó como su propio abogado y siempre confió en poder hacer que el juicio fuera lo más justo posible. El jurado estuvo compuesto por una mayoría de
afroamericanos. La intención fue que no se cargara de prejuicios dicho jurado, pero las evidencias fueron determinantes, sobre todo en el caso de la hermandad Chi Omega. Primero fue el testimonio de Nita Neary, señalando a Bundy como el sujeto que alcanzó a ver salir corriendo por la puerta. El otro testimonio contundente fue aportado por un odontólogo, el Dr. Souviron, quién mostró una serie de fotografías de la mordida en la nalga de la señorita Levy y de cómo las marcas de la dentadura correspondían a la perfección con los dientes de Bundy. De ese modo las fotografías ligaron a Bundy con los asesinatos de la fraternidad.
El
23 de julio tras 7 horas de deliberación, el jurado decidió que Ted Bundy era culpable. Este escuchó el veredicto sin mostrar emoción alguna. En el estado de Florida se tiene la costumbre de efectuar un juicio aparte para la sentencia, el de Bundy ocurrió el 30 de julio, una semana después del anterior. Esta ocasión la madre de Bundy testificó e imploró por la vida de su hijo y él mismo tuvo la oportunidad de dar una buena razón para que no se le sentenciara a muerte. Entre otras cosas se dijo víctima de una farsa, de un juicio injusto y abusivo y que no tenía ni siquiera por qué pedir clemencia por algo que no había cometido. El juez Cowart, al finalizar Bundy su declaración recomendó la pena de muerte en la silla eléctrica por la muerte de Lisa Levy y Margert Bowman.

Juicio por Kimberly Leach
El
7 de enero de 1980 comenzó el juicio por la muerte de la niña Kimberly Leach, en Orlando, Florida. Esta vez Bundy decide no defenderse asimismo y quedan como sus representantes los abogados Julius Africano y Lynn Thompson. La estrategia a seguir fue apelar por causa de incapacidad mental, es decir por locura. Una ruta muy arriesgada, pero casi la única opción para un asesino como Bundy. El jurado no tuvo problemas para darle la vuelta a esta débil estrategia y de hecho Bundy perdió cada vez más el control. Ya no le sirvió de nada aparentar calma y dominio de la situación, sabiendo de antemano que su destino estaba ya decidido. Durante el juicio sorprendió a todo mundo al anunciar su matrimonio con Carole Ann Boone, antigua compañera de trabajo. Gracias a una argucia legal del estado de Florida, era posible sellar un matrimonio en el estrado y estando en bajo juramento, declarando ante el juez. Así que al testificar Boone, ambos aprovechan para contraer matrimonio legalmente.
Bundy no podía cambiar su situación jurídica, por lo cual adoptó la decisión de confesar mas crímenes al doctor Bob Keppel, jefe de investigadores del departamento de justicia del estado de Washington. Keppel y Bundy habían trabajado conjuntamente cuando este último se ofreció para ayudar en la investigación acerca del asesino serial llamado en este entonces "The Green River killer", criminal que tuvo en jaque a la policía por más de 20 años. Keppel asistió a las sesiones con Bundy armado únicamente de una grabadora para conservar los testimonios del asesino. Así, el mundo se enteró de que Bundy conservaba por algún tiempo en su casa y en algunos casos, las cabezas de las víctimas como
trofeos y de que también practicaba necrofilia. La conducta de Bundy fue catalogada como de extrema perversión y compulsión necrofílica. Los analistas estiman que el número de víctimas podría fácilmente rondar las 100 mujeres, muy lejos de los conteos oficiales de alrededor de 36.

Ejecución


El 24 de enero de 1989, a las 7 AM con 4 minutos Theodore Robert Bundy fue ejecutado en la silla eléctrica. Según se reporta, tuvieron que sacar a Bundy de su celda por la fuerza. Fuera de la cárcel numerosas personas esperaron la noticia y cuando el vocero de la institución declaró la muerte de Bundy se escucharon vítores y aplausos, incluso hasta fuegos artificiales fueron lanzados. Momentos después sale una carroza funeraria camino al crematorio. Al pasar, la multitud aplaude.
A pesar de todo, todavía se le cargaría a la cuenta de Bundy un crimen más, que tomó 28 años para esclarecerse.
Katherine Devine fue vista por última vez el 25 de noviembre de 1973, para ser descubierto su cadáver el 6 de diciembre de ese mismo año en el parque McKenny del estado de Washington. Los forenses dicen que poco después de ser vista por última vez, Kathy Devine encontró la muerte, estrangulada, sodomizada y con la garganta rebanada. La mayoría de los enterados del crimen creyó que Bundy había sido responsable, pero en ese tiempo las autoridades culparon a un sujeto de nombre William E. Cosden Jr. quien purga condena por violación a 48 años. El caso nunca fue cerrado, y en el año 2001 gracias a exhaustivas pruebas de ADN el caso quedó resuelto.

Angel Maturino Resendiz


Angel Maturino Resendiz es el nombre comúnmente usado para referirse a Angel Leoncio Reyes Recendis, asesino serial mexicano que cometió una serie de terribles crímenes en suelo norteamericano desde 1997 hasta 1999 (Aun se investigan otros antes de este intervalo de tiempo). Fue bautizado por los medios y las corporaciones policíacas como 'El asesino de las vías' puesto que la mayoría de los asesinatos ocurrieron en localidades contiguas a las vías del tren. Se sabe que el hombre transitaba con frecuencia de México a Estados Unidos y hasta Canadá por lo que la verdadera cantidad de crímenes que haya cometido permanece desconocido.

La infancia de Resendiz no se caracterizó por la unidad familiar ni por un ambiente de solidez y valores.

Al parecer no vivió con su madre, sino con otra familia y su vida era en las calles, expuesto a una vida pendenciera y fuera de conducta. Según su madre, pudo ser incluso atacado sexualmente por los homosexuales de Puebla. A los 16 años ya estaba cruzando ilegalmente la frontera a los Estados Unidos.

Los crímenes que se le conocen o que le son legalmente atribuidos siguieron un procedimiento similar, siendo que las victimas vivían junto a las vías de algún tren. Aprovechando la oscuridad y soledad de dichos vecindarios entraba en la casa de cualquier persona a robar objetos de valor y dinero. Cuando la víctima llegaba era brutalmente atacada con cualquier objeto u herramienta que estuviera a mano. Los oficiales de policía consideraban a este sujeto como extremadamente peligroso por la variedad de objetos que usaba para matar a sus victimas. Ya fuera un martillo o una roca, cualquier cosa le era útil. A pesar de que el hombre no era de gran complexión física, para las víctimas fue como si los hubiera atacado un gigante por la furia y malignidad del ataque sufrido.
Las victimas nunca fueron de características específicas, siguiendo el patrón del criminal desorganizado que ataca basado en la oportunidad del momento. Atacó tanto a jóvenes parejas universitarias como a adultos mayores de más de 80 años. A algunas de ellas las violó antes de asesinarlas aunque no era el objetivo primario en el, pero insistimos, si se daba la oportunidad de violar y hacer mas daño lo hacia sin mayores miramientos. Consumidor de alcohol y drogas como era, robaba para continuar con sus vicios y varias veces tomó los vehículos de las victimas para transportarse. De hecho así fue como se le pudo conectar con varios crímenes, por las huellas dactilares y los restos de sangre que transportaba de un sitio a otro.

Víctimas:

*29 Agosto 1997 Lexington Kentuky, Christopher Maier 21 años, atacado cuando caminaba con su novia junto a las vías del tren, ella también fue atacada y violada pero sobrevivió para identificar a Resendiz como el asesino.

*17 Diciembre de 1998 Houston Texas, Claudia Benton 39 años, al llegar a su casa es violada apuñalada y golpeada con objeto contundente hasta la muerte. Su hogar estaba cerca de líneas ferroviarias. Mediante las huellas digitales halladas en la Jeep Cherokee de la víctima se identifica a Maturino, quien ya es un conocido ilegal en Estados Unidos. Pero no se le culpa directamente con el crimen de la Dra. Benton.

*2 Mayo de 1999 Weimar Texas Norman y Karen Sirnic 46 y 47 años respectivamente. Ambos son asesinados ya muy noche en la parroquia de la cual era reverendo Norman Sirnic, ambos por golpe con objeto contundente. Obviamente la iglesia estaba junto a las vías que pasan por el pueblo. Tres semanas después es hallado en San Antonio el Mazda rojo de la pareja y mediante evidencia forense se vincula el incidente al de la Dra. Benton.

*4 Junio de 1999 Houston Texas, Noemi Dominguez 26 años, maestra de escuela golpeada con un tubo hasta la muerte en su departamento junto a las vías. Siete días después su Honda Civic color blanco es hallado cerca del puente internacional en Del Rio Texas.

14 Junio de 1999 Fayette County Texas, Josephine Convicka 73 años, muere por heridas en la cabeza con una herramienta de jardín mientras dormía en su casa que estaba junto a un lote de trenes y las vías. Esta vez el criminal no pudo llevarse el auto debido a que no pudo hallar las llaves.

*15 Junio de 1999 Gorham Illinois, George Morber de 80 años por disparo en la cabeza y momentos después la hija de este, Carolyn Frederick de 52 por golpes en la cabeza. La casa de ellos estaba a no más de 90 metros de las vías del tren. Al día siguiente un conocido reconoce la pick-up roja de Frederick manejada por un sujeto que coincide con la descripción de Resendiz, esto fue Cairo Illinois.


Hay un par de crímenes que le son atribuidos del 23 de Marzo de 1997 en Ocala Florida. Jesse Howell de 19 años y Wendy VonHuben de 16 años asesinados a golpes y enterrados a ras de suelo.
El 12 de Abril del 2006 la policía de San Antonio dio por resuelto el caso de Michael White hombre que murió de un tiro en un lote vacío de San Antonio. Resendiz dio datos precisos sobre este crimen que lo convirtieron en sospechoso del mismo. Este asesinato tuvo lugar en 1991.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Jeffrey Dahmer


Jeffrey Lionel Dahmer (Milwaukee, Wisconsin 21 de mayo de 1960 - Portage, Wisconsin, 28 de noviembre de 1994), apodado "El Carnicero de Milwaukee", fue un asesino en serie responsable por la muerte de 17 hombres entre 1978 y 1991. Es conocido no sólo por la cantidad de personas que asesinó, sino también por practicar la necrofilia y el canibalismo. En el año 2002 se estrenó una película llamada "Dahmer" basada en su historia real, con Jeremy Renner en el papel de Jeffrey Dahmer.

Biografía
Jeffrey Dahmer nació el 21 de mayo de 1960 en Milwaukee, en el estado estadounidense de Wisconsin. En su infancia sufrió las constantes peleas de sus padres, Lionel Dahmer y Joyce Flint, algo que lo marcó de por vida.

Tras reiteradas mudanzas, en 1967 la familia compra una casa en Bath, Ohio, donde Jeffrey pasa el resto de su infancia y adolescencia. Cuando iba de pesca con su padre le gustaba abrir en canal a los peces y ver como morían. Con 10 años empezó a torturar a todo tipo de animales que cazaba en el bosque cercano a su casa. Una vez muertos coleccionaba sus huesos. Tenía en formol varios tipos de insectos.

Dahmer comenzó a ser cada vez más introvertido, aunque realizaba algunas actividades en la secundaria, como trabajar en el periódico y jugar al tenis. Era considerado por sus compañeros como alguien "raro", extravagante y que tenía problemas con el alcohol y la marihuana. Antes de cumplir 18 años sus padres se divorcian, y su padre vuelve a casarse meses después. Su padre y su nueva esposa lo convencen para ir a la universidad, y en otoño de 1978 ingresa en la Ohio State University, pero debido a sus problemas de alcohol la abandona en el siguiente semestre. En 1979 su padre lo convence para entrar al ejército y es enviado a Alemania, en donde permanece pocos años hasta que es dado de baja por su alcoholismo. Luego de vivir un tiempo en Florida, vuelve a su casa en Ohio.

El 25 de septiembre de 1988 se mudó a un apartamento en Milwaukee. Al otro día le ofreció 50 dólares a un chico laosiano de 13 años para posar para unas fotografías, pero lo drogó y abusó de él. Los padres realizaron la denuncia y el 30 de enero de 1989 fue encontrado culpable, pero sólo permaneció en la cárcel 10 meses antes de ser liberado.

El 22 de julio de 1991 fue arrestado en su casa por dos policías. Fue enjuiciado el 22 de febrero de 1992, el jurado no aceptó la supuesta demencia de Dahmer y lo condenó a 37 años en prisión.

Los psiquiatras que lo atendieron le dijeron que estaba enfermo, por lo que se declaró culpable con atenuante de enajenación mental, para ser condenado a una cárcel especial para enfermos mentales, pero el atenuante fue finalmente rechazado. En principio se había declarado inocente, pero cambió su declaración por la gran cantidad de pruebas encontradas en su contra.

Fue enviado al Columbia Correctional Institute en Portage, donde para su seguridad no tenía contacto con los presos comunes. Pero pidió a las autoridades tener más contacto con los otros presos, por lo que comenzó a comer con ellos y a realizar algunas tareas de limpieza. El 28 de noviembre de 1994 realiza tareas de limpieza con Christopher Scarver, un esquizofrénico de raza negra, y Jesse Anderson, que había asesinado a su esposa y culpado a un hombre negro. Dahmer era acusado de tener motivos raciales en sus homicidios, algo que él desmentía. La combinación de presos era muy peligrosa, los guardias encontraron a Dahmer muerto y a Anderson mortalmente herido.


Crímenes
En junio de 1978, cuando tenía 20 años, encontró a Steven Hicks haciendo autoestop, y lo llevó a su casa. Dahmer era homosexual y tenía la fantasía de recoger a un autoestopista y acostarse con él. Una vez en su casa, se dio cuenta de que Hicks no era homosexual, y cuando éste quiso irse, Dahmer no pudo soportarlo y lo golpeó en la cabeza para luego estrangularlo con una pesa. Luego lo desmembró y lo puso en bolsas de plástico, y las metió en su coche con intención de tirarlas por un barranco. A medio camino la policía lo detuvo por conducir demasiado a la izquierda. Le preguntaron por las bolsas que llevaba en el asiento trasero y Dahmer contestó que era basura. Le creyeron, y como pasó el test de alcoholemia, le pusieron una multa por conducir fuera de su carril y le dejaron ir. Volvió a su casa con los restos del cadáver y los llevó al sótano exceptuando la cabeza con la cuál subió al baño del segundo piso donde la lavó y la apoyó en el piso para masturbarse. Posteriormente la volvió a llevar con el resto del cuerpo y guardó las partes del cadáver en una tubería de la casa. Luego de abandonar la universidad y volver del ejército desenterró los restos, destruyó los huesos y los esparció en la maleza.

Tras su primer asesinato se sintió culpable y asustado, intentó reprimir sus deseos sexuales-homicidas acudiendo a la iglesia, dejando el alcohol y manteniéndose en estado de celibato. Vivió así un tiempo, lo que explica que pasaran casi diez años hasta su siguiente crimen. Pero con el tiempo pensó que podía intentar satisfacer algunos de sus deseos sin hacerle daño a nadie, volvió a beber y empezó a frecuentar lugares de ambiente gay. En 1986 fue detenido por exhibicionismo público, poco antes había querido desenterrar a un joven muerto hacía unos días, para disfrutar de su cuerpo.

En septiembre de 1987, conoció a Steven Toumi en un bar gay. Allí bebieron mucho y fueron a su habitación de hotel. Dahmer no recuerda cómo lo asesinó, sólo que cuando despertó a la mañana descubrió que estaba muerto. Para deshacerse del cadáver, compró una maleta, en la que lo metió, y lo llevó al sótano de la casa de su abuela. Allí tuvo sexo con el cadáver, lo desmembró y lo tiró a la basura. Se quedó con la cabeza, a la cual hirvió y blanqueo, para después exponerla como trofeo en su habitación.

Algunos meses después conoció a su próxima víctima, Jamie Doxtator. Doxtaror era un joven de catorce años que rondaba las puertas de los bares para homosexuales en busca de alguien para tener relaciones. De esta forma también conoció a Richard Guerrero en marzo de 1988.

Mientras era procesado por abuso de menores en 1989, Dahmer conoció a Anthony Sears en un bar. Le ofreció dinero para sacarle unas fotografías y lo llevó a la casa de su abuela donde lo estranguló, tuvo sexo con su cadáver y lo desmembró. Él quería que sus amantes se quedaran en la casa y ante la negativa de éstos los mataba.

Luego de cumplir su condena por abuso y de mudarse a su departamento en Milwaukee, Dahmer asesinó doce personas más hasta julio de 1991.

Su táctica era siempre similar, los invitaba a ver pornografía o a sacarse unas fotos, les ponía una droga en la bebida, los estrangulaba y tenía sexo y se masturbaba encima del cuerpo. Luego tomaba fotografías del cuerpo y de cada etapa del desmembramiento. Solía utilizar ácidos para deshacer la carne y los huesos, pero solía conservar la cabeza y los genitales como trofeo. Otra de sus característica era comerse a parte de sus víctimas, le daba la sensación de que empezaban a formar parte de él.

En mayo de 1991, llevó a Konerak Sinthasomphone, hermano del joven por el que fue procesado por abuso, a su departamento. Allí lo drogó y le realizó unas trepanaciones en el cráneo para inyectarle ácido en el cerebro.[cita requerida] Dahmer quería tener control sobre sus víctimas, y su intención al realizar las trepanaciones era convertirlos en una especie de "zombies". El joven consiguió escapar cuando Dahmer salió a tomarse una cerveza a un bar, y al correr desnudo por las calles los vecinos alertaron a la policía. Cuando se dio cuenta de que se había escapado, lo persiguió, y tuvo que enfrentarse a la policía y a una multitud de curiosos. El muchacho no podía hablar porque estaba aturdido por el ácido que Dahmer le había inyectado. Dahmer argumentó que el joven era su amante de 19 años que estaba alcoholizado. Los policías los acompañaron hasta el departamento y creyeron su historia. Si hubiesen revisado el apartamento habrían encontrado un cadáver en una de las habitaciones, además de miles de pruebas de otros asesinatos. Sinthasomphone fue estrangulado ese día. La policía creyó a Jeffrey y depositaron al moribundo joven en una silla. Ni siquiera registraron ni vieron el santuario macabro que tenía en la casa y salieron corriendo ante el hedor que desprendía el interior. Posteriormente dijo que se aficionó a crear un zombie porque quería un amante silencioso, que hiciera todo lo que él le pedía y que se quedara haciéndole compañía.

El 22 de julio de 1991, Tracy Edwards, su última víctima, consiguió escapar esposado. La policía lo vio y esta vez decidieron investigar. Fueron al apartamento del hombre que lo había esposado y al revisar la habitación descubren varias fotografías de cadáveres, restos humanos y una cabeza en el congelador. Dahmer intentó huir, pero fue detenido. Edwards además fue identificado al salir a explicar su caso en televisión como acusado de una violación a una chica poco tiempo antes.

En su casa se encontraron las paredes llenas de sangre, cuerpos mutilados, siete cráneos y demás huesos. Días después vecinos de Dahmer dispararon a las puertas de su casa ante el horror que causó sus crímenes.


Víctimas 1978 Stephen Hicks

Steven Hicks, 19 años Junio de 1978.

1981 Adam Walsh
Existen dudas sobre la autoría de Dahmer.

1987 Steven Toumi
Jamie Doxtator

1988 Richard Guerrero

1989 Anthony Sears
1990 Raymond Smith
Eddie Smith
Ernest Miller
David Thomas


1991 Curtis Straughter
Errol Lindsey
Tony Hughes
Konerak Sinthasomphone
Matt Turner
Jeremiah Weinberger
Oliver Lacy
Joseph

dorangel vargas



Los Asesinatos de Dorancel Vargas Gómez, el retrato de un Caníbal. Una investigación sobre los antecedentes del Vargas reveló que este era su cuarto arresto, los dos primeros se dieron en El Vigía, años antes, por dos delitos menores: robo de gallinas y de ganado. La verdadera sorpresa era que ya había sido capturado en una ocasión en el año 1995 por el mismo delito de "Canibalismo". Luego de permanecer aislado en la cárcel de Santa Ana, y por presentar desequilibrios mentales, fue trasladado al centro psiquiátrico de Peribeca, cerca de San Cristóbal, de donde logró escaparse.

Dicen que los carnívoros y los caníbales están separados por una línea muy delgada. Al parecer, para algunos seres humanos, el hambre puede hacer desaparecer esa línea. El viernes 12 de febrero de 1999 tres jóvenes encontraron en las inmediaciones del

puente colgante "Libertador", escondidos entre escombros, varios pies y manos humanos. Inmediatamente dieron aviso de su macabro descubrimento al teléfono de Emergencia 171, de la Defensa Civil Táchira, quien destacó de inmediato elementos para tomar conocimiento del caso. El puente "Libertador", diseñado por el ingeniero francés Gustave Eiffel (1832-1923), se encuentra ubicado en las márgenes del río Torbes, entre las localidades de San Critobal y Tariba, Estado Táchira, a unos 750 kilómetros de Caracas, Venezuela.

Una vez confirmado el hallazgo, se hicieron presentes en el lugar funcionarios policiales quienes en el transcurso de una nueva búsqueda localizaron restos humanos parciales que hacían suponer entre diéz y doce cuerpos. Una vez descartada
la hipótesis de que pudiera tratarse de un área de liberación de cadáveres de alguna banda de narcotraficantes o de alguna secta satánica, se recurrió a las denuncias de personas desaparecidas. Se pudo determinar la existencia de una serie de denuncias en la localidad entre noviembre de 1998 y enero de 1999 por lo que se procedió a rastrear la zona. Por primera vez se comenzó a especular la existencia de un asesino en serie.
En una casucha fabricada con escombros (rancho), en al área del Parque 12 de Febrero, encontraron varios recipientes con carne humana y vísceras preparadas para el consumo, tres cabezas humanas y varios pies y manos que fueron llevados a la morgue del Cementerio Municipal de El Vigía, estado de Mérida, debido al avanzado estado de descomposición que presentaban. El dueño el rancho resultó ser Dorancel Vargas Gómez, un mendigo bastante conocido en la zona nacido en Caño Zancudo, estado Mérida, el 14 de mayo de 1957. (Cabe mencionar que por algún error periodístico su nombre fue cambiado a Dorángel)Su arresto por los detectives del Cuerpo Técnico de la Policía Judicial con el apoyo de la Policía Montada se llevó a cabo poco después y fue conducido a la casilla policial más cercana del Parque en las afueras de Tariba. Ahí se condujo un interrogatorio preliminar que daría a la policía no pocas sorpresas. "No me arrepiento de lo que he hecho, porque me gusta la carne y no soy el único, en diciembre compartí al vecino Manuel "pana" que era muy buena persona y yo me dije, si es tán buen vecino tiene que estar bien sabroso. Total que hice unas empanadillas con él y las compartí con los conocidos que en todo momento alabaron la sabrosura del relleno. Quizá ahora piensen mal de mi, pero yo lo hice con la mejor buena voluntad del mundo, como recomienda la iglesia yo compartí mi pan, bueno en este caso al bueno de Manuel, pero al caso le hace lo mismo con otros tan necesitados como yo y ahora me veo prisionero. Yo por necesidad me veo metido en esta vaina, por todo cuanto robaron en esta nación que nos han llevado al hambre a miles de venezolanos, pero no me arrepiento por que a pesar de que lo único que no me daba apetito eran las cabezas. Con las manos y los pies cuando más me apuraba el hambre yo me hacia una sopita con ellas y no desaprovechaba nada".Esta y otras declaraciones pusieron los pelos de punta al sargento de policía Gumersindo Chacón, encargado de la casilla, Dorancel no ahorró detalles sobre la manera en la que descuartizaba, sazonaba y cocinaba a sus víctimas."...los hombres saben mejor que las mujeres, saben recio como cochino salado, como jamón, da gusto comer un buen macho, las mujeres saben dulce como quien come flores y te dejan él estomago flojo como si no hubieses comido."Algunos detalles que declaró serían jocosos de no ser tan aterrorizantes: "Nunca mataba hombres gordos, tienen mucha grasa y eso tiene mucho colesteról..."Tras que las confesiones realizadas fueron publicadas por la prensa, algunos atónitos vecinos empezaron a recordar detalles de la vida del mayor asesino en serie de la historia venezolana, según las autoridades.Parece ser que siempre había vivido solo y desaparecía largas temporadas paseando con una barra metálica, como una lanza, de un metro de largo. Lo que nadie podía imaginar es que utilizase esa barra para cazar a sus víctimas, quienes se supone que eran indigentes de la zona y obreros que laboraban en las riveras del río Torbes recogiendo y transportando arena. Tras cazarlos, los descuartizaba, guardaba las partes que se comía para cocinarlas y enterraba lo demás, que según sus declaraciones, "le producían indigestión". Si bien una de las víctimas ya ha sido identificada como Francisco A. López, quién desapareció de su lugar de trabajo, situado en las proximidades del río Torbes, la Policía Judicial continua en estos momentos sus investigaciones para identificar los restos hallados y excavar en otros lugares en busca de nuevos restos.

Michael Ryan

Un joven británico de 27 años disfrazado de Rambo mata a 14 personas, hiere a otras tantas y se suicida
Un enloquecido con un arma en la mano y ataviado como el cinematográfico protagonista de Rambo, causó ayer la mayor matanza de la historia del Reino Unido al asesinar a 14 personas y herir a otras tantas, tras lo cual se suicidó disparándose un tiro en la cabeza. Entre las víctimas mortales del asesino figura su propia madre. El pistolero, identificado por la policía como Michael Ryan, de 27 años, era, según los que le conocían, un fanático de las armas de fuego. Ryan iba armado con un fusil de asalto Kalashnikov, de fabricación soviética, y un revólver.
La primera víctima de Ryan fue una mujer a la que la policía halló muerta en un bosque del condado de Wilt. Junto al cadáver se encontraban los dos hijos de la mujer, una niña de cuatro años y un niño de dos, quienes resultaron ilesos. Posteriormente, el pistolero trató de atracar una gasolinera donde disparó contra la cajera, que resultó ligeramente herida por los cristales que amortiguaron el impacto de las balas. Ryan emprendió entonces la huida hacia Hungerford, en un automóvil, mientras la cajera de la gasolinera avisaba a la policía, quien inmediatamente inició su persecución.
Al llegar a Hungerford, un pueblo de unos 8.000 habitantes, Ryan se dirigió a casa de su madre, a la que mató a tiros, y luego prendió fuego al inmueble. Un policía que había avistado al pistolero intentó detenerle, pero éste efectuó varios disparos que acabaron de inmediato con la vida del agente.
Tiros a diestro y siniestro
A continuación, Ryan se adentró por la calle principal del pueblo disparando indiscriminadamente a diestro y siniestro. Las balas alcanzaron a 26 personas, 11 de las cuales fallecieron, algunas instantáneamente. Entre tanto, la policía comenzó a advertir a los pobladores de Hungerford, a través de altavoces montados en helicópteros, que se encerrasen en sus casas, al tiempo que bloqueaba todas las entradas y salidas del pueblo.
El pistolero acabó refugiándose en una casa contigua a una escuela, que fue rodeada inmediatamente por los policías, quienes apostaron tiradores de elite frente a la vivienda. Ryan, un habitante de Hungerford aficionado a las armas de fuego, de las que tenía una colección muy completa que guardaba en el jardín de su casa, no dio ninguna explicación de su gesto de demencia a los policías que tenían rodeada la escuela donde se encerró.
El asedio del edificio duró seis horas, durante las cuales la policía trató inútilmente de convencer a Ryan para que se rindiera, pero éste rechazó todo tipo de negociación. El drama acabó cuando el pistolero se suicidó disparándose un tiro en la cabeza.
El asesino, que había sembrado el terror durante cerca de ocho horas en la pequeña localidad de Hungerford, al oeste de Londres, prefirió suicidarse antes que rendirse a la policía.
"Disparaba contra todo lo que se movía", manifestó un testigo presencial. Vestido con equipo de zafarrancho de combate, con una bandolera de munición para su pistola automática y un Kalashnikov Ak-47, Ryan daba la impresión de estar enloquecido contra algo o contra alguien.
"Llevaba una especie de cinta alrededor de la cabeza. Inicialmente, no pude entender lo que estaba sucediendo", declaró Amanda Grace, una joven de 14 años que estaba en la calle en el momento que empezó el tiroteo. "Entonces me di cuenta de que estaba loco", agregó.
La matanza más grave provocada por un pistolero en los últimos años sucedió el 5 de diciembre de 1986, cuando un colombiano ex combatiente de la guerra de Vietnam, Campo Elías Delgado, asesinó a 29 personas en Bogotá. Primero mató a su madre, después a cinco vecinas, y tras beber unas copas en un restaurante acabó con otras 23 personas en el local.
Otros dos veteranos de Vietnam le siguen en el ranking de matanzas por desequilibrados. Un cartero amenazado de despido mató a tiros a 14 personas en una oficina postal de una pequeña ciudad de Oklahoma (EE UU) el 20 de agosto de 1986. James Oliver Huberty asesinó a 20 personas en una hamburguesería McDonalds de la localidad californiana de San Diego el 18 de julio de 1984.

Arthur Shawcross



Un asesino en serie suele exagerar el número de sus víctimas, o del mismo modo, confesar actos que no cometió. En el caso de Shawcross, éste fingía canibalismo y necrofilia con el fin de poder alegar locura, lo cual le haría irresponsable de sus actos.
Encarna de modo perfecto el talento de manipulación propio de los asesinos en serie, y también las fallas del sistema, pues fue liberado por la justicia después del asesinato de dos niños en 1972.
Afirmó haber sido víctima de abusos sexuales durante su adolescencia, que sufría psicosis heredadas por las atrocidades que había vivido en la guerra de Vietnam, y que esta psicosis adquirida le obligaba a cometer actos criminales; contó a los psiquiatras en una entrevista cómo había matado a una mujer y a una adolescente vietnamitas:
"En un valle no lejos de Kontum, yo veo a una mujer y le disparo. No quedó muerta del todo y la até a un árbol. De una de las chozas sale una muchacha y la llevo para atarla con la otra. Son el enemigo, por lo que le corto el cuello a la primera. Como los vietnamitas son supersticiosos, clavo su cabeza en un poste, para que no vengan más. Luego corté la carne de la pierna de aquella mujer por el muslo hasta la rodilla, como un jamón, y lo asé en el fuego. No olía muy bien, pero cuando estuvo bien asada me puse a comerla..."
Como Jack el Destripador, atacaba a prostitutas a las que mataba sin remordimientos, haciendo reinar el terror en la ciudad de Rochester y sus alrededores. Shawcross estrangulaba a sus víctimas y dejaba sus cuerpos a orillas del río Genesse, o escondidas entre los matorrales.
En dos ocasiones hizo dudar a la policía si se trataba de un único asesino o dos, puesto que en dos ocasiones, las víctimas no correspondían con el perfil de las demás desafortunadas.
La falta de indicios da lugar a los rumores más singulares en un tema que no abandona las primeras páginas de los periódicos.
Según algunos, trata de vengarse después de que una prostituta le hubiese transmitido el virus del sida. Otros creen que se trata de un policía que patrulla por las zonas de prostitución, y otros que simplemente mata a mujeres que le recuerdan algún trauma con alguna mujer o su propia madre. Otros, que pertenece a una secta de tipo protestante y quiere condenar a esas mujeres de la calle.
Las prostitutas empiezan incluso a colaborar con la policía para tratar de atrapar al asesino, pero ninguna pista da resultado.
Finalmente las autoridades locales recurren al FBI, quienes establecen el perfil psicológico del asesino, y envían a un agente especial llamado Gregg McCrary, quien ordena investigar en profundidad los lugares en dónde se han hallado los cadáveres y los alrededores al río Genesse, intuyendo que el criminal podría volver allí para revivir la excitación de sus crímenes.
Por fin el, miércoles 3 de enero de 1998, una patrulla en helicóptero divisa a un hombre de unos cuarenta años de pie en un puente del lago Salmon, en Rochester. Bajo ese puente se veía también el cadáver de una mujer.
En seguida dos agentes motorizados son enviados para atrapar al hombre. Se trataba de Arthur Shawcross, nacido el 6 de junio de 1945.
Estos le piden su identificación, y les muestra un carnet de conducir caducado, alegando que no ha tenido tiempo de renovarlo, pues acaba de salir de una larga estancia en prisión. Al comprobar su identidad, se enteran de que no miente, que está en libertad provisional tras haber estado quince años en la cárcel por el asesinato de dos niños en Watertown, su ciudad natal, uno de diez y otro de ocho años. Los agentes no creen que su presencia a pocos metros del cuerpo sin vida de una mujer sea fruto de una coincidencia, y lo detienen.
Asesino al menos a diez prostitutas antes de ser encarcelado.
Cuando le juzgan, Shawcross trata de hacerse pasar por caníbal, de ser un demente víctima de abusos sexuales muy graves en su infancia. Dice que su madre lo sodomizó con el mango de la escoba rasgándole la pared anal, aunque no existen pruebas médicas que demuestren tal agresión. Culpa a la sociedad diciendo que le enseñaron a ser un criminal enviándolo a Vietnam, y que aprendió a matar y a mutilar mujeres en la guerra.
A las autoridades la actitud del asesino les parece extraña. Tranquilo, moderado, silencioso, no le interesa el saber por qué se le acusa. Explica tranquilamente su presencia en el puente por el deseo de orinar, pero nadie se lo cree, piensan que lo que Shawcross hacía en realidad era revivir la excitación del crimen contemplando su "obra" desde el puente y tal vez masturbarse.
Pero una serie de pruebas en su contra sirvieron para acusarlo: una prostituta declaró en su contra, dijo haberlo visto acompañado de una de sus amigas de profesión unas horas antes de que la policía encontrara su cadáver, objetos de las víctimas en el interior de su automóvil, y huellas de los neumáticos en los lugares del crimen.
Cuando fue condenado con anterioridad a veinticinco años de cárcel por el crimen de los dos niños, se había prometido a los padres de las víctimas que no saldría de prisión antes de haber cumplido toda su condena, pues aseguraron que la comisión encargada de dictaminar sobre la libertad condicional nunca dejaría volver a salir de la cárcel a un criminal como él, ya que estaba en la calle bajo libertad vigilada por un delito anterior.
Estas son algunas respuestas que dio durante los diversos interrogatorios a los que fue sometido durante su último juicio:
¿Te turba haber matado a Dorothy Keller?- No, en absoluto.
¿Sientes remordimientos?- No.
¿Por qué no enterraste el cuerpo de June Scott?- Me habría gustado encontrar un gran hoyo y meter en él todos los cuerpos, para que estuvieran todas juntas.
¿Cómo hiciste para matarlas tan fácilmente?-La mayor parte de las veces ni yo sabía que iba a matarlas. Además, me conocían y no esperaban eso de mí. Las atacaba rápidamente y las dejaba paralizadas.
¿Tuviste contacto con la policía durante las investigaciones?- Siempre iba a comer a un sitio dónde iban a menudo policías. Hablaba con ellos para saber cómo avanzaba la investigación.
¿Te dabas cuenta de lo que hacías en el momento en que matabas a las chicas?- Si, pero me daba igual. La rutina...
Mataste a mucha gente, Arthur, ¿nunca tuviste miedo de que te descubrieran?- Nunca pensé verdaderamente en eso.
¿Crees que lo que has hecho es terrible?- Sí.
¿Qué debería hacer la policía con alguien como tú?- Meterme en la cárcel toda la vida. Si me sueltan volveré a hacerlo.
A pesar de que su abogado pretendía que el acusado sufre desórdenes psiquiátricos y complejos ataques de naturaleza epiléptica responsables de sus crisis de locura asesina, y que el mismo Shawcross juró y perjuró que estaba poseído por Ariemes, -un demonio caníbal del siglo dieciocho sediento de sangre- que se había encarnado en él, al término del juicio, Arthur Shawcross fue condenado a doscientos cincuenta años, culpable de homicidio en segundo grado por el asesinato de diez mujeres. El fiscal que presentó las pruebas, expuso sus reflexiones sobre el caso diciendo públicamente:
"El asunto de Shawcross, que mató a mujeres con toda impunidad durante 21 meses, afectó a toda la comunidad. Los habitantes de Rochester se convirtieron de modo indirecto en víctimas de estos crímenes, porque no se atrevían a salir al saber que un asesino en serie actuaba en la zona. Hubo restaurantes, salas de espectáculos y bares que tuvieron que cerrar por falta de clientes. Se anularon congresos y reuniones, y eso sin olvidar el costo fenomenal de la investigación y proceso de Shawcross, que se calcula en más de millón y medio de dólares.
No estaba legalmente loco, pero tampoco era normal. ¿Qué le motivaba? Adoraba matar. Se alimentaba con violencia. Este caso puso de relieve ciertos defectos del aparato judicial. Nunca debió permitirse que saliera de la cárcel".
En muchas ocasiones se ha hablado del síndrome de Vietnam, que afecta a veteranos de esta guerra que no han podido superar las frustraciones de su readaptación a la vida civil. Muchos de ellos han recibido un entrenamiento especial para matar de diversas formas, y algunos incluso, se han retirado a zonas apartadas del país y viven completamente aislados conscientes del peligro que representan para sus conciudadanos.
Uno de los primeros casos de los que se tiene noticia de los afectados de este "síndrome" es anterior a la guerra de Vietnam. Se trata de Howard Unruth, veterano de la Segunda Guerra Mundial, asesinó a trece personas en Nueva Jersey, porque creía que "sus vecinos se reían de él".